29 abr 2008

UN REGALO PARA TI

Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, comparten el mismo cuarto semi privado del hospital.

A uno de ellos se le permitía sentarse durante una hora en la tarde,para drenar el liquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la unica ventana de la habitacion.

El otro tenia que permanecer acostado de espalda todo el tiempo.

Conversaban incesantemente todo el dia y todos los dias, hablaban de sus esposas y familias, sus hogares, empleos, experiencias durante sus servicios militares y sitios visitados durante sus vacaciones.

Todas las tardes cuando el companero ubicado al lado de la ventana se sentaba, se pasaba el tiempo relatandole a su companero de cuarto lo que veia por la ventana.

Con el tiempo, el companero acostado de espalda que no podia asomarse por la ventana, se desvivia por esos periodos de una hora durante el cual se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras los ninos jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se paseaban de la mano entre las flores multicolores en un paisaje con arboles majestuosos y en la distancia, una bella vista de la ciudad.

A medida que el Senor cerca de la ventana describia todo esto con detalles exquisitos, su companero cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco.

Una tarde le describio un desfile que pasaba por el hospital y aunque el no pudo escuchar la banda, lo pudo ver a traves del ojo de la mente mientras su compaqero se lo describia.

Pasaron los dias y las semanas y una manana, la enfermera al entrar para el aseo matutino, se encontro con el cuerpo sin vida del senor cerca de la ventana, quien habia expirado tranquilamente,durante su sueno.

Con mucha tristeza, aviso para que trasladaran el cuerpo.

El otro dia el otro senor, con mucha tristeza pidio que lo trasladaran cerca de la ventana.

A la enfermera le agrado hacer el cambio y luego de asegurarse de que estaba comodo, lo dejo solo.

El senor con mucho esfuerzo y dolor, se apoyo de un codo para poder mirar al mundo exterior por primera vez. Finalmente tendria la alegria de verlo por si mismo.

Se esforzo para asomarse por la ventana y lo que vio fue la pared del edificio de al lado.

Confundido y entristecido, le pregunto a la enfermera que seria lo que animo a su difunto companero a describir tantas cosas maravillosas fuera de la ventana.

La enfermera le respondio que el senor era ciego y no podia ni ver la pared de enfrente.
Ella le dijo "Quizas solamente deseaba animarlo a usted".

Epilogo: Existe una inmensa alegria en poder alegrar a otros a pesar de nuestra propia situacion.

La afliccion compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegria es compartida, se duplica.

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Les dejo un poco de musica para que se deleiten mientras recorren este Punto Impropio